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miércoles, 16 de julio de 2014

Carta para emprender un camino



Siempre hay un camino al final. Los finales non son finales cuando hay caminos adelante. La vida es más hermosa si se avanza por ellos.

Miles de caminos, con miles de emociones. Hasta un tiempo, hasta el fin, hasta la vida. Hasta donde quieras llegar. Hasta donde puedas aventurarte. Siempre te esperará un camino.

En él habrá belleza más allá de lo que vean tus ojos.

En él las contrariedades se transformarán en sonrisas.

En él, la alegría crecerá todos los días en la suave voz de un niño, que te hará olvidar de golpe en un segundo todo el cansancio de la jornada.

Él te llevará a tu hogar. No a tu casa. A tu hogar. Allí donde está tu corazón, allí donde entretejiste sueños con la primera clase dada. Allí donde te quebraste con alguna desgracia. Allí donde sigues retornando porque te ha dado tanto...

Ojalá entre esos caminos encuentres un sentido. Ojalá de pronto y sin que te lo hayas propuesto, te des cuenta que creciste. Cada día un poquito entre tus pares, entre los niños, entre quienes no te comprendieron, entre quienes te hicieron a un lado. 

Ojalá en ese sentido halles la fuerza para seguir adelante. La alegría del desafío, de las metas replanteadas de los errores corregidos . Ojalá logres lo que yo: entender que en cada cosa de esta vida hay un propósito.

Y cuando halles ese camino, hazme un regalo. Cuando halles ese camino, compártelo conmigo.




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Todos los textos y artículos fueron escritos por Federica (Maria del Carmen Santini) y se encuentran bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported. Basada en una obra en http://www.musasenelbalcon.blogspot.com